martes, 22 de octubre de 2013

CAPITULO 1: Hospital



““Pienso, luego existo”
William Shakespeare ya lo dijo en su momento, y nos conmovió a todos con sus palabras. Pero para mí, tienen un significado totalmente distinto”

Eran las 12 y media de la noche y en el hospital Reina Sofía terminaba una larga jornada laboral. Andrés, el encargado de la limpieza, se disponía a comenzar con la recepción, cuando se encontró con alguien:
-Ola, Santi-
-¿Qué tal, Andrés?-
-Empezando, ¿y tú?-
-Terminando, nos vemos mañana-
Andrés sonrió y deseo que un rayo cayera sobre aquel pobre muchacho. No lo merecía, pero le hacía sentirse mejor. Todo un hospital, y tan pocas personas para dejarlo limpio, pensaba. En la recepción solo quedaba María, la perfecta rubia estudiante de medicina de la que Andrés estaba enchochado. Pero como cualquiera que trabajara de conserje o limpiador, sus opciones eran mínimas.
Andrés comenzó a fregar el suelo, huellas de todas clases lo cubrían, y en pleno verano murciano, la tormenta que les azotaba era la más fuerte desde hacía años. Un espectáculo digno de recordar, pero muy desagradable para los pobres que lo recogían después. Andrés, indignado, soltó la fregona a la media hora:
-¿Ocurre algo, Andrés?-
Este se sorprendió de que María le preguntase algo, normalmente era muy callada y retraída:
-Nada, nada, es solo… que hoy no es un buen día, y encima la faena es mayor-
-Entiendo, acompáñame por favor-
Andrés realmente no entendía lo que estaba ocurriendo, María pidiéndole que le acompañara y hablándole la misma noche, eso era demasiado para él. Sin pensárselo dos veces acepto y ando detrás de la recepcionista. La figura de ella se contoneaba hipnóticamente al andar, cosa que Andrés no pudo disimular en sus pantalones, pero no dejaría de actuar como un caballero con aquella jovencita. María le llevo hasta la cantina e introdujo dos monedas en la máquina, de ella salió una bebida rosada y negra:
-Tómatelo, y se te recargaran las pilas-
-Muchas gracias, pero, ¿Por qué?-
-Trabajas mucho y te quejas poco, para una vez que lo haces… me sentó mal-
-Gracias…-
-Volvamos al trabajo-
-Si…-
Andrés la siguió. Estaba medio petrificado. Su corazón latía a mil por hora, se sentía bien, se sentía seguro, y se sentía enamorado. Enamorado de aquella mujer que nada le debía y con aquel gesto tanto le había dado. Cuando llegaron a la recepción ella comenzó a alejarse, en dirección a su puesto. Y  el comenzó a sentirse solo, frio, como si le arrebataron algo muy preciado. Ella se alejaba y se alejaba, y el no podía hacer nada por evitarlo… ¿o tal vez si?
-¡María!-
La muchacha se alarmo:
-¡Andrés! No me asustes de esta manera…-
-Lo siento, pero tengo que decírtelo… yo…-
De repente las puertas se abrieron de par en par y entraron varios enfermeros llevando varias camillas. Todas ellas ocupadas:
-¡Rápido, necesita atención urgente!¡Se nos va!-
-¡¿Qué ha pasado?!-
-Un accidente, en la carretera… solo ha sobrevivido ella-

“Toda acción tiene una reacción. Eso es algo universal. Una vez echas las cosas, las palabras, las acciones… no vuelven, nunca hay una 2º oportunidad, eso solo ocurre en los videojuegos. Pero nunca nos damos cuenta hasta que es demasiado tarde. Hasta que no perdemos algo irremplazable, no nos damos cuenta de lo que tenemos, no somos conscientes de nuestras acciones. Desde el mismo momento que nacemos hasta que morimos, nuestras acciones marcan nuestro destino. Somos dueños de él, pero solo si luchamos por ello. Yo, por desgracia, lo entendí demasiado tarde. Cuando fui consciente de todo lo que era importante, y de lo que no merecía la pena, fue esa terrible noche. Esa terrible noche que jamás olvidare. La que lo cambio todo, la que me cambio a mí. ¿Dije que las 2º oportunidades no existen?”

Los enfermeros corrían de aquí para allá. Dos personas, seguramente los padres de la muchacha entraron asustados y llorosos al hospital. Casi entre gritos consiguieron aclararse con María hasta que llegaron a la UVI. Allí se encontraban Andrés y un experto medico llamado Alberto. El doctor Alberto se acercó a los padres:
-Un fragmento metálico ha destruido tejido pulmonar y ha dañado varias costillas. Tiene suerte de no haberse ensartado, pero eso más el tremendo golpe nos están complicando las cosas-
-Por favor- suplico la mujer- Tiene que salvar a nuestra niña. ¡Por favor!-
Alberto se estremeció, nunca se terminaría de acostumbrar a la terrible situación de decirle a unos padres que su pequeña se moría:
-Hacemos todo lo que podemos, señora, pero sus heridas son muy graves, y nosotros no hacemos milagros, aunque créame que me gustaría-
EL hombre abrazo a la mujer y la separo un poco del médico. Con lágrimas cayéndole de los ojos miro fijamente al médico, furioso, pero a la vez calmado:
-Es nuestra única hija, solo le pedimos que la salve. TIENE que salvarla-
El doctor suspiro, y el ambiente se relajó:
-Haremos lo que podamos. Pero solo tiene un 15% de posibilidades de sobrevivir. Es todo cuando puedo darles-
-¡Gracias!- casi suplicaron aquellas personas, sabiendo que había esperanza.
El doctor entonces dio media vuelta y antes de que las puertas se cerraran tras el recordó algo:
-Por cierto… algún líquido corrosivo le salpico en los ojos, jamás podrá volver a ver-

“Eso ocurre cuando tus actos van por delante de tus sentimientos. Cuando sabiendo que es lo correcto, lo ignoras y coges el camino divertido, el fácil, pero el más peligroso y oscuro. Y no te das cuenta. Aquella noche en la que lo perdí todo, y mi vida cambio. Las 2º oportunidades no existen, y si existen son quimeras, meros reflejos de la realidad, y a menudo llenas de oscuros secretos que te impedirán llevar una vida normal. Eso fue lo que me ocurrió a mí, y esta es mi historia. Y la razón, como digo siempre, fue ignorar el principio universal de las personas: actuar sin pensar solo trae problemas.”

PROLOGO


“Siento la brisa en mi rostro. ¿Puedo sentirla? Supongo que sí, sí que puedo.
El sol hace rato que desapareció y la luna… oh… la luna no está, supongo que no quiere ser testigo de lo que esta noche ha de acontecer. El tiempo comienza a cambiar, lo sé. Esta noche va a llover, quizás Dios llora porque sabe que lo que va a ocurrir es inevitable. Dios… hay quien cree en él y hay quien no… ilusos… creáis o no el destino es el destino y lo que puede romperse debe romperse. Ja… y yo en su día creí… creí en su salvación, en su misericordia… pero solo hay un Dios verdadero…
Puedo oír el ruido del motor, de los neumáticos, y también puedo oír la súplica de los cielos, estrellándose en el suelo, esparciéndose en mil pedazos. Quizás no llore, quizás quiera hacerme la tarea más fácil. Veo a lo lejos las luces, debo de darme prisa. Las gotas golpean mis ropajes, pero estos no se mojan, mejor, así iré más rápido.  Se trata de un pequeño coche amarillo, sucio y viejo… y lleno de vida. Me aproximo y me aferro al capo sin mucho esfuerzo, por que así debe ser. Acecho a los ocupantes del coche: son cuatro. Dos de ellos están durmiendo… que pobres desgraciados… no son conscientes de lo que está ocurriendo. De todas maneras presiento que van drogados, quizás aún despiertos creerían estar en el país de las maravillas. Pero el conductor es interesante… está disfrutando… y ha bebido… no, no, no… no se debe conducir sobrio, ¿nunca se lo dijeron? El muchacho está en la flor de la vida, joven , bastante bien educado… pero no le gustan las normas, no le gustan las reglas, se ve que no le gusta vivir. Espera… ella… a su lado… es perfecta. Cabello a la altura de los hombros, bajita para su edad, pero bien compensada. Su cabeza… está llena de planes, llena de ideas… ojala pudiera verle el rostro, pero no puedo… su silueta, su energía, su vitalidad… solo tengo esa información... ¡y es suficiente! Quizás esto requiera unos planes de última hora… quizás debo pensarme mi estrategia… pero el tiempo se agota, el tiempo se les agota… su vida debe ser mía, ¡como sea! Debo pensar, debo meditarlo. Me subo encima del coche y  dejo que el automóvil me lleve mientras yo me detengo a discutir conmigo mismo.
¿Perdonarles? Nunca.
¿Salvarles? Ni pensarlo.
¿Dejarlo al azar? Es arriesgado.
¿Avisarles? No, no me gusta, y es complicado.
¿Observar sin más? Bueno, tampoco es que quede mucho tiempo.
En unos segundos, en la siguiente curva, encontraran un pobre animal, un zorro, creo… y el conductor hará el resto. Si, cada vez está más cerca, no puedo esperar a oír el volantazo… los neumáticos quemándose… el coche dando vueltas y chocando contra el suelo… el sonido imperceptible de huesos quebrándose y los tejidos rompiéndose y vapuleándose… el silencio que llega con ese indescriptible chasquido… ese último latido… el último suspiro… música para mis oídos. Ya es la hora.
Lo veo, está ahí, buscando comida, cuidando de sus crías… pero ellos no los ven, de momento. Es la hora, tengo que concentrarme, llego mi turno.
El volantazo. Si, los ha visto, y su instinto prefiere salvar la vida de ese ser inferior a la suya y de su preciosa novia.
Los neumáticos se queman y chirrían. Oigo como se golpean contra los asientos.
El coche gira… ¿gira? No gira, ¿Qué ocurre? Oh, me lo temía, el conductor es muy bueno, incluso yendo alcoholizado. Estos humanos no dejan de sorprenderme… pero sus almas son mías. Doy un gran brinco y avanzo casi un kilómetro hacia delante. Con elegancia caigo sobre la carretera y de una de mis mangas comienza a sobresalir esa hoja tan preciosa que tan malestar causa a los que la ven. El coche se acerca y yo debo dar el golpe de gracia. Hacedme caso, nunca queráis ver que hay debajo de la capucha. Mis dedos se aferran a mi capucha y con un ligero toque esta se desprende durante unos segundos. Demasiado para el pobre chico. Oigo sus gritos, los cuatro me han visto, han debido despertarse con el primer volantazo… pero ahora viene el segundo.
De nuevo el olor a quemado… y esta vez se separan del suelo.
Huesos rotos.
El coche da una vuelta entera.
Oigo la sangre brotar, creo que al menos dos se han cortado con los cristales.
Da otra vuelta.
Un corazón deja de latir… ¿Un golpe en la cabeza?
La última vuelta.
Solo grita el conductor, los demás están muertos o inconscientes. La sangre no para de fluir. Los huesos dejan de resquebrajarse durante unos segundos.
Un árbol, que oportuno. El sonido al chocar casi me deja sordo, ha sido demasiado. Demasiados sonidos, demasiadas sensaciones… y solo queda el silencio.
Y sus almas.
La del conductor está más cerca… vaya… creo que no está entero, ha debido partirse en dos el cuerpo.
Los dos de atrás aún siguen dentro del coche, aún no ha explotado. Ups… pronto hable…
Prefiero no hacer referencia al espectáculo que es un coche con cuatro personas dentro volando por los aires. Desde luego el olor es horrible. Ya llevo tres.
¿Y la chica? No la siento.
Me doy la vuelta y allí esta. Debió salirse del coche por una puerta rota debido a su pequeño tamaño… pero… tiene algo atravesándole el pecho, ¿Por qué les gusta a los humanos conducir ataúdes de metal?… los de madera no te desfiguran ni trocean al dar vueltas.
Me acerco a ella… pero… ¡está viva! ¡NOOOOOOO!
¡Maldita sea! ¿¡Por que vive!?
Bueno, no le queda mucho tiempo, sus heridas son mortales… ¿pero qué? Porco destino… un coche se acerca, debo ocultarme.
Malditos sean los buenos samaritanos, se para y todo a observar… igual le gusta lo gore… pero no, coge su teléfono y llama rápidamente a urgencias. ¿Debería encargarme ya de la chica?
No, las normas son las normas. El destino así lo ha querido.
Tendré que seguirla hasta el hospital…
..
¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¡Tonto de mí por casi desaprovechar la oportunidad! Esta humana es la respuesta a mis problemas… y yo casi la mato, ja, ja, ja.
Querida mía… espero que los médicos de la ciudad sean competentes. Por qué a partir de esta noche tu vida… será mía…

viernes, 18 de octubre de 2013

Una breve presentacion

Hola a todos. Solo soy un joven estudiante de cine, aficionado a las peliculas de terror y de intriga. Tambien soy un lector aficionado, tanto de novelas como ce comic y manga. Por ellos, historias como la que ahora os presento comenzaron a forjarse hace mucho tiempo. En concreto fue junto a un amigo mio que hablando sobre la muerte se nos ocurrio una idea, una idea que en mi cabeza tomo forma y comenzo a escribirse sola. Pero solo era eso, una historia en mi cabeza, que ahora va a salir a la luz, y espero que disfruteis leyendola. Como escritor novato, estoy a vuestra merced y espero tanto comentarios buenos como malos.

PD: La historia no esta totalmente escrito, salvo apuntes y muy pocos escritos. Ire publicando segun termine de escribir el siguiente capitulo, eso puede ser una semana o un dia dependiendo de lo que me permitan los estudios, y tambien me permitira adaptar un poco la historia segun los comentarios y criticas que reciba, en vez de simplemente copiar y pegar el texto de un documento Word.

PD2: Tambien ire colgando links de BSO de peliculas de terror y suspense, aquellas que creo que pegan con la historia y que quizas querais oir mientras leeis.